El secreto de un coche eficiente: Más allá del motor
Sabemos que el consumo de combustible es una de las principales preocupaciones al conducir. Aunque los vehículos modernos, con sus motores downsizing y avanzados sistemas de gestión, son cada vez más eficientes, gran parte del ahorro depende de tus hábitos al volante y del mantenimiento de tu coche. No se trata solo de la tecnología del motor, sino de cómo lo manejas en el día a día.
¿Cuándo gasta más gasolina tu coche? Entendiendo los tipos de consumo
Cuando adquieres un coche de combustión, el consumo de combustible es un dato clave.
Se clasifica principalmente en tres escenarios:
- Consumo en ciudad: Es el más elevado debido a la constante alternancia entre aceleraciones y frenadas. Este ciclo irregular dispara el gasto de gasolina.
- Consumo en carretera: Al mantener una velocidad constante en autopista, el consumo es menor. Sin embargo, a mayor velocidad, la resistencia del viento aumenta, haciendo que el motor trabaje más y, por ende, gaste más combustible. ¡Por eso, además de ser ilegal, superar los 120 km/h también afecta tu bolsillo!
- Consumo mixto: Refleja una media entre la conducción urbana y la de carretera, ofreciendo una cifra más equilibrada del rendimiento general de tu vehículo.
10 Trucos para reducir el consumo de gasolina y ahorrar en cada viaje
Sorprendentemente, puedes lograr cifras de consumo incluso inferiores a las anunciadas por los fabricantes aplicando estos sencillos trucos. ¡Vamos a verlos!
1. Planifica tus viajes con inteligencia
Un viaje bien planificado no solo te lleva más rápido y seguro, sino que también te ayuda a ahorrar combustible. Alargar tu ruta tan solo diez minutos en un trayecto de una hora puede incrementar el consumo de gasolina hasta un 14%. ¡Usa tu GPS y evita rodeos innecesarios!
2. La presión correcta de los neumáticos es clave
Mantener la presión de los neumáticos según las indicaciones del fabricante es fundamental (y ajustarla ligeramente con temperaturas muy bajas). Conducir con una presión 0,5 bares inferior a la recomendada puede aumentar el consumo en un 2% en ciudad y hasta un 4% en carretera. ¡Revisa tus neumáticos regularmente!
3. Aligera la carga: Menos peso, menos gasto
Antes de cada viaje, especialmente los largos, revisa qué llevas en el coche. Eliminar peso innecesario es crucial. Llevar 100 kilos de más en un coche de tamaño medio puede disparar el consumo de combustible hasta un 6%. ¡Cada kilo cuenta!
4. Mantén una velocidad uniforme
Busca la fluidez en la circulación. Evita acelerones y frenazos bruscos. Cuando necesites decelerar, levanta el pie del acelerador y deja que el freno motor actúe primero. Si es imprescindible frenar, hazlo suavemente y reduce las marchas lo más tarde posible, especialmente en bajadas.
Dato clave: Circulando a más de 20 km/h con una marcha insertada, si no pisas el acelerador, el consumo de combustible es prácticamente nulo. Al ralentí, un coche consume entre 0,5 y 0,7 litros por hora.
5. Apaga el motor en paradas largas
Si vas a estar parado más de un minuto, ¡apaga el motor! Como mencionamos, un motor al ralentí sigue consumiendo combustible, aunque tu ordenador de a bordo muestre 0,0 l/100 km.
6. Aire acondicionado vs. ventanas abiertas: El dilema
En ciudad: Si hace calor, es mejor bajar las ventanillas (siempre que sea seguro) que usar el aire acondicionado. El compresor del aire acondicionado demanda más esfuerzo del motor a bajas velocidades, aumentando el consumo.
En carretera: Viajar con las ventanas cerradas y el aire acondicionado encendido es la opción más eficiente. Con las ventanas abiertas a alta velocidad, la aerodinámica del coche se ve afectada significativamente, generando mayor resistencia y, por ende, mayor consumo.
7. Uso inteligente de la calefacción
La calefacción del coche aprovecha el calor residual del motor, por lo que su impacto en el consumo es menor que el del aire acondicionado. Sin embargo, evita ponerla muy alta (entre 21ºC y 23ºC es lo ideal) para prevenir la somnolencia y un gasto innecesario. Dirige las salidas de aire hacia el suelo para una distribución óptima del calor. Espera unos minutos a que el motor alcance su temperatura de trabajo antes de encenderla para que salga aire caliente.
¡Importante! No te abrigues en exceso para evitar usar la calefacción. Un abrigo voluminoso puede limitar tus movimientos y comprometer la eficacia del cinturón de seguridad.
8. Aprovecha el freno motor
Cuando sueltas el acelerador para decelerar suavemente, el suministro de combustible se reduce. Si la situación lo permite y es seguro, usa la retención del freno motor en lugar de pisar el pedal de freno. Esto no solo ahorra combustible, sino que también alarga la vida de tus frenos.
9. Conduce con marchas largas y bajas revoluciones
Optimiza los cambios de marcha. Circula el mayor tiempo posible en las marchas más largas y a bajas revoluciones. Para coches diésel, cambia entre 1.500 y 2.500 rpm; para gasolina, entre 2.000 y 2.500 rpm. El sonido de tu motor te servirá de guía si no tienes cuentarrevoluciones. En ciudad, si las condiciones lo permiten, usa la 4ª o 5ª marcha.
10. Saca partido a las bajadas
Aprovecha la inercia en los descensos para adelantar el cambio de marchas y circular a bajas revoluciones. Mantén siempre una distancia de seguridad adecuada y un amplio campo de visión. En las subidas, retrasa la reducción de marcha e incrementa ligeramente la presión en el acelerador, sin pisar a fondo.
Conducción eficiente: más que ahorro, un estilo de vida
Adoptar una conducción eficiente no solo te ayuda a ahorrar gasolina o gasóleo, sino que también mejora la seguridad vial al promover una conducción más anticipada y fluida, evitando frenazos y acelerones bruscos. Además, contribuye a un mayor confort en tus viajes y reduce el desgaste de tu vehículo.
Esperamos que este post te haya resultado interesante y que pongas en práctica todos estos consejos para ver cómo disminuye tu consumo ¡Romu siempre a tu lado, siempre en movimiento!